Aprende a rastrear la dirección IP y ubicación de alguien mediante enlaces disfrazados, un método simple pero con importantes implicaciones legales y éticas. Descubre cómo funciona.
Cuando un ordenador se conecta a un sitio web o a otro dispositivo, se identifica a través de su dirección IP, un código numérico que permite enviar y recibir paquetes de datos de manera correcta.
Esta dirección puede revelar alguna información, como la posición aproximada del dispositivo, el tipo de navegador utilizado y el sistema operativo instalado.
Sin embargo, hay que decir que una dirección IP no es una identificación precisa y única: como ya se ha aclarado en el pasado, una sola IP puede ser compartida por cientos de dispositivos, dado que el número de direcciones disponibles es limitado en relación con la cantidad de dispositivos conectados a la red. Aunque no proporciona detalles extremadamente específicos, la IP puede ser utilizada para rastrear el origen de quien visita un sitio, chatea en WhatsApp o Facebook, o lee un correo electrónico.
Existe un método sencillo, al alcance de todos y sin necesidad de habilidades de hacker, para descubrir la dirección IP de alguien, visualizarla e incluso localizar aproximadamente su posición. Veamos cómo funciona.
El truco para rastrear un IP
Este “truco” puede ser utilizado por cualquier sitio, aplicación o programa, aunque su éxito depende de la cautela de la persona involucrada y del grado de familiaridad que se tenga con ella. En la práctica, se trata de enviar un enlace disfrazado que redirige a un sitio común (como Google) o a un contenido inocuo, como una imagen o una foto. Cuando alguien hace clic en el enlace o visualiza la imagen, su dispositivo envía una solicitud que es registrada en un panel accesible para quien creó el enlace, revelando la IP y una estimación de la ubicación geográfica.
Sin embargo, atención: este es un clásico ejemplo de ingeniería social, que aprovecha la confianza o la curiosidad de la persona para inducirla a hacer clic. Por ejemplo, plataformas como WhatsApp no permiten rastrear directamente los IP de los usuarios, gracias a la encriptación de extremo a extremo, por lo que el método solo funciona si se convence a alguien a salir de la app y hacer clic en otro lugar. Además, hay implicaciones legales y de privacidad a considerar: usar estos datos sin consentimiento puede violar normativas como el GDPR en Europa, y en algunos contextos podría considerarse un abuso. El truco es simple, pero no carece de implicaciones.
Para no levantar sospechas, el enlace puede compartirse de forma natural: a través de chats (WhatsApp, Facebook Messenger), correos electrónicos, juegos multijugador o incluso publicado en un sitio o un foro público. Debe parecer interesante o personal, quizás llevándote a una foto o a un contenido curioso.
Servicios para crear enlaces “captura-IP”
Existen diversos servicios gratuitos para crear estos enlaces “captura-IP”, algunos más sofisticados y personalizables que otros. A continuación, los principales:
Grabify
Grabify es uno de los servicios más populares: genera enlaces que rastrean y registran los IP de quienes los clican. Para usarlo, basta con ingresar una URL (por ejemplo, www.activadocente.com) y obtener un enlace de rastreo para compartir con la persona de la que se quiere conocer la IP y la ubicación aproximada.
Lo ideal es generar un enlace de rastreo desde una imagen en línea, quizás buscándola en Google.
El punto fuerte de Grabify es la posibilidad de disfrazar el enlace de manera convincente, engañando incluso a los más suspicaces si no prestan atención. Por ejemplo, se pueden usar dominios como, seleccionables del menú “Link shortnerer” después de haber generado el enlace y diferentes dominios al presionar en Custom Domain. Además, es posible agregar extensiones como .jpg o .gif para simular una foto, o .mp4 para un video (incluso un video real de YouTube puede ser utilizado).
Quien hace clic en el enlace revela su IP pública y una localización probable, aunque imprecisa: una IP compartida nunca conduce a una dirección exacta y podría indicar “centro de Roma” mientras la persona se encuentra en las afueras o incluso en otra ciudad.
Grabify también proporciona un “Access Link” para guardar y verificar los IP registrados y ofrece una opción para filtrar los clics de bots (programas automáticos), que se puede activar con el interruptor “Hide Bot”. Accesos desde EE.UU., por ejemplo, a menudo son atribuibles a bots.
IPLogger
IPLogger es otro servicio similar, útil para rastrear IP a través de enlaces compartibles en WhatsApp, Facebook, correos electrónicos o sitios web. Además de las funciones básicas, permite generar código HTML para incrustar una imagen en una página web o en un correo. Esta imagen puede ser también invisible: quien abra el mensaje o la página es rastreado automáticamente sin necesidad de hacer clic en nada.
El servicio registra inmediatamente la IP y la ubicación de quien visualiza el contenido, haciéndolo particularmente discreto y efectivo.
Límites y precisiones
Para quienes no son expertos y por honestidad intelectual, es importante aclarar que este método no tiene nada de extraordinario. Cada sitio web ya puede rastrear la IP de los visitantes, identificando el tipo de dispositivo y la procedencia aproximada; no en vano, los anuncios en línea suelen estar geolocalizados. Sin embargo, conocer la IP de alguien no significa descubrir su dirección de casa o la ubicación exacta: la localización es casi siempre vaga y la IP pública, protegida por el router o el proveedor, no permite acceder directamente a un dispositivo.
Este truco puede ser útil, por ejemplo, para contar quién hace clic en un enlace compartido por correo electrónico o chat, o para tener una idea general (por verificar) de la ubicación de una persona con la que se comunica, quizás para desenmascarar una mentira. Sin embargo, sigue siendo una acción limitada, más curiosa que invasiva.
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