Evita errores comunes que afectan tu experiencia en Windows, como el desorden en el escritorio, exceso de aplicaciones de inicio y falta de espacio de almacenamiento.
Cuando instalas Windows por primera vez o adquieres un nuevo dispositivo, todo se siente limpio: el escritorio está ordenado, las unidades están vacías y los tiempos de arranque son rápidos. Con el tiempo, a menudo cometemos errores que pueden arruinar la experiencia general de Windows. Si deseas que Windows luzca limpio y funcione como nuevo, aquí hay algunos errores que debes evitar.
5 Añadir demasiadas apps de inicio
Permitir que demasiadas aplicaciones se ejecuten al inicio es uno de los errores más comunes que pueden hacer que no te guste Windows. Cada aplicación que se agrega (o se cuela) en tu lista de inicio debe cargarse cuando arranca tu sistema, incluso si no la usas de inmediato. Esto puede desordenar el escritorio mientras el sistema se inicia y retrasar el tiempo que tarda tu dispositivo en estar listo para usar.
Si tu computadora tarda una eternidad en cargar, eliminar aplicaciones de inicio innecesarias puede ayudar. Haz clic derecho en el botón de Inicio y abre "Administrador de tareas". Ve a la pestaña "Aplicaciones de inicio" a la izquierda, encuentra las aplicaciones que no deseas que se ejecuten al inicio y desactívalas. Haz clic derecho en cualquier aplicación y elige "Desactivar".
Desactivar aplicaciones de inicio puede ayudar a que tu PC arranque más rápido, pero otros factores también pueden ralentizarlo. Así que, verifica otros problemas para que tu computadora arranque en segundos en lugar de minutos.
4 Desordenar el escritorio
Si, como yo, sobrecargas tu escritorio con demasiados archivos, accesos directos y carpetas, y olvidas eliminar los que ya no necesitas, es probable que tu escritorio termine en un caos. Esto desordena tu escritorio y dificulta encontrar los accesos directos que necesitas, lo que es otra forma de arruinar el aspecto limpio de tu dispositivo.
Para crear un aspecto minimalista, necesitas despejar este desorden. Así que, elimina cualquier acceso directo duplicado, organiza los archivos que usas con frecuencia en una sola carpeta y trata de mantener al mínimo el número de accesos directos. Si deseas un aspecto aún más limpio, puedes ocultar temporalmente todos los íconos del escritorio. Haz clic derecho en el escritorio, ve a "Ver" y haz clic en "Mostrar íconos del escritorio".
3 Desorganizar tus datos
Cuando almacenas tus documentos y archivos en carpetas aleatorias sin organizarlos en categorías adecuadas, tu almacenamiento puede volverse desorganizado rápidamente, lo que hace difícil encontrar lo que necesitas. Sin un sistema de nomenclatura consistente, las cosas solo se complican más. Para mantener una experiencia de Windows limpia, debes mantener tu almacenamiento organizado.
Así que, crea carpetas amplias como Trabajo, Personal y Proyectos, luego organiza tus archivos en subcarpetas para tareas específicas, proyectos o tipos de datos personales. Incluso puedes crear subcarpetas más profundas para establecer una jerarquía lógica, facilitando la localización de archivos. También, limpia regularmente los archivos antiguos que ya no necesitas y reubica datos según la frecuencia con que los necesites.
2 Quedarse sin espacio de almacenamiento
Windows requiere espacio libre en disco para memoria virtual, archivos temporales, actualizaciones del sistema y almacenamiento en caché. Si tu almacenamiento está casi lleno y la unidad que contiene el sistema operativo se queda sin espacio, tu sistema comenzará a desacelerarse. Las aplicaciones tardarán más en cargar, los archivos tardarán una eternidad en abrirse y, en general, el rendimiento se sentirá lento.
Para asegurar que Windows funcione sin problemas, necesitas liberar espacio de almacenamiento para tener suficiente espacio libre en la unidad que contiene el sistema operativo. Para ver qué está ocupando espacio, ve a Configuración > Almacenamiento. Desde allí, puedes eliminar archivos innecesarios, desinstalar aplicaciones no utilizadas, mover datos a otras unidades o transferir archivos menos esenciales a una unidad externa.
Mantener suficiente espacio libre para las tareas esenciales de Windows mantendrá tu sistema funcionando de manera eficiente. También te ahorrará la frustración de recibir advertencias de bajo almacenamiento.
1 Personalización excesiva de la interfaz
El aspecto predeterminado de la interfaz de Windows 11 puede sentirse monótono, aunque es una mejora respecto a versiones anteriores. Tienes la opción de personalizarla—yo lo he hecho. El problema surge cuando te excedes. Activar cada efecto visual o usar múltiples aplicaciones de terceros para ajustar la barra de tareas, los íconos y otros elementos del sistema puede causar problemas.
La personalización excesiva puede poner tensión en el hardware de tu dispositivo, ralentizando su rendimiento, especialmente en máquinas de menor capacidad. Cuantas más aplicaciones agregues, más probable será que encuentres problemas; identificar la fuente de esos problemas se vuelve más difícil. Cambiar constantemente la interfaz también puede hacer que tu computadora se sienta desarticulada y menos como tuya.
Te sugiero que te concentres en ajustes clave, como reorganizar.
la barra de tareas o elegir un tema. También deberías preferir las opciones de personalización integradas sobre las herramientas de terceros.
Estos son algunos de los errores que han afectado negativamente mi experiencia con Windows en el pasado. Si has cometido alguno de estos errores y has tenido una experiencia frustrante con el sistema operativo Windows, probablemente ahora eres consciente de los culpables. Para ayudar a que tu dispositivo funcione sin problemas, no sobrepersonalices, libera espacio de almacenamiento, organiza tus datos y despeja tu escritorio.
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